Aibunawa y Semenawa: dos direcciones dentro del Shibari
Dentro de la práctica japonesa de la atadura existen distintas direcciones según la intención con la que se utiliza la cuerda. Dos de las más reconocidas son Aibunawa y Semenawa, cada una con objetivos, dinámicas y tensiones claramente diferenciadas.
Aibunawa se orienta hacia la conexión emocional y la experiencia compartida. La atadura enfatiza la cercanía, la comunicación constante y la lectura sensible del cuerpo atado. El ritmo suele ser más progresivo y el foco está en la vivencia conjunta.
Semenawa, en cambio, se centra en la restricción, la exposición y el ejercicio consciente del poder. La cuerda se emplea para imponer forma, limitar el movimiento y sostener una tensión física y mental definida. La incomodidad, la resistencia y la confrontación corporal forman parte del lenguaje de esta línea.
En Piel y Cuerdas trabajamos desde una comprensión técnica del Semenawa, donde el control, la estructura y la responsabilidad del rol dominante son elementos centrales del aprendizaje. La atadura se aborda como un acto deliberado de dominio corporal, sostenido por conocimiento, presencia y consentimiento informado.