¿Es el Shibari sadomasoquismo?

El Shibari se desarrolla dentro de un marco donde el control, la restricción y la exposición del cuerpo ocupan un lugar central. La cuerda actúa como un medio para ejercer poder físico y psicológico de manera consciente, estructurada y sostenida en el tiempo.

En la tradición moderna japonesa, especialmente a partir del trabajo de figuras como Seiu Itō, la atadura se vincula de forma directa con el sadomasoquismo como exploración de tensión, resistencia, sometimiento y confrontación corporal. El dolor, la incomodidad y la vulnerabilidad forman parte del lenguaje expresivo de la cuerda.

Desde esta perspectiva, el Shibari se comprende como una práctica donde el placer surge del ejercicio del dominio, de la imposición de forma sobre el cuerpo atado y de la capacidad del dominante para sostener la experiencia con precisión técnica y presencia mental.

En Piel y Cuerdas abordamos el Shibari desde esta línea, entendiendo el sadomasoquismo como un componente estructural de la práctica, integrado mediante conocimiento anatómico, control emocional y responsabilidad sobre el cuerpo sometido.